1/6/08

El sedentarismo en el trabajo, uno de los factores claves en el aumento de la obesidad

Los expertos coinciden en clasificar la obesidad como la epidemia del siglo XXI

Madrid, 31 mayo 2008 (mpg/AZprensa.com)

Los expertos coinciden en clasificar la obesidad como la epidemia del siglo XXI. Su aumento en España se debe a una mayor ingesta de calorías en la alimentación pero también al mayor sedentarismo en el lugar de trabajo y en el tiempo de ocio. Junto con estos factores, existen evidencias que relacionan el IMC y la renta y que además el nivel de formación o de estudios también influye.

Estos temas se han abordado en las XXVIII Jornadas de Economía de la Salud que se están celebrando en Salamanca y que han reunido a más de 425 expertos en este ámbito del conocimiento

En los últimos años ha habido un desplazamiento del Índice de Masa Corporal (IMC) tanto en hombres como en mujeres y en todos los grupos de edad, si bien se ha estancado en la última década debido por una parte a cambios en ingesta de calorías, mas cantidad- pero también a una menor tasa de ejercicio físico.

Precisamente la actividad física es uno de los factores considerados clave en el aumento de la obesidad en diferentes ámbitos: tiempo libre, sitio de trabajo, desplazamiento al sitio de trabajo y hogar. En el caso del tiempo libre, la tendencia a no hacer ejercicio se ha establecido en ambos sexos y esta empeorando ligeramente en mujeres, dato que es común en todas las encuestas, según ha señalado Félix Lobo, catedrático de la Universidad Carlos III de Madrid en su ponencia.

Pero la clave esta en que el principal responsable de la obesidad en España y en el mundo occidental es el sedentarismo en el puesto de trabajo. En los últimos años, por ejemplo, ha descendido claramente el número de personas que trabajan en agricultura, una actividad en la que se hace mucho ejercicio, y por el contrario ha aumentado el porcentaje de personas dedicadas al ámbito servicios.

En cuanto al medio de desplazamiento al lugar de trabajo, cada vez menos personas van andando y utilizar el transporte público o el coche particular, por la estructura de las ciudades, el poco tiempo, el ritmo de vida acelerado.

En el hogar también ha habido cambios en las costumbres que han favorecido el sedentarismo: por ejemplo, si hace 20 años sólo el 21% de los hogares tenia 2 o mas televisores, en 2004 este porcentaje ya era del 62%. Igual ha sucedido con elementos tan cotidianos actualmente como el mando a distancia, el ordenador o la consola .

Otros elementos que ya han demostrado influir en el aumento de la obesidad es el mayor tamaño de las raciones, un claro ejemplo de ello, Estados Unidos.

Contrariamente, comer fuera de casa no se relaciona con un mayor índice de obesidad, pero sin picar entre horas o comer mayor cantidad, y dormir poco. Asimismo, desayunar cada día ayuda a controlar el peso.

Las universitarias, más delgadas

Según Beatriz Gonzalez López-Varcarcel, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, otro dato que cabe destacar en este sentido es que existe una relación entre el IMC y la renta y que además el nivel de formación o de estudios también influye. Por ejemplo sóllo el 5% de las universitarias españolas son obesas, mientras que este porcentaje en mujeres que solo han cursado estudios primarios alcanza el 23%. En este sentido, ha señalado que toda política contra la obesidad debe entenderse como política de igualdad, es decir, que comer sano o hacer ejercicio deben ser opciones atractivas, de bajo coste y que estén al alcance de todo el mundo

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