21/2/10

Se rechaza a los gordos

La mayoría de los niños con sobrepeso tiene muy dañada su autoestima

N. lauzirika

bilbao

EL sobrepeso es una importante causa de rechazo social. La mayoría de los niños y las niñas que la padecen tienen muy dañada su autoestima porque en el colegio sus compañeros se meten con ellos. "Muchos poseen otra característica en común: les cuesta reconocer y expresar sus sentimientos y sustituyen esta carencia comiendo", asegura Magdalena Aga.

Por eso, a la hora de tratar a estos niños hay que incidir en el aspecto psicológico. "Nuestro objetivo real es que aumenten su autestima. Hay que mentalizarles de que no sólo son un cuerpo, sino mucho más. Que su valía está por encima de su peso y de su talla. Asimismo, intentamos que no presten atención a los que se meten con ellos.

El 90% de los niños que participa en estos programas integrales disminuyen su masa corporal, pero lo más importante es que rebajan su ansiedad. "Tratamos con ellos lo que es la imagen corporal, los derechos personales, la forma de comunicarse... Toda la familia se ha de involucrar en el proyecto dándose cuenta de que hay un problema y estando dispuestos a participar activamente en la solución", añade la especialista.

Porque, una mejor comunicación entre padres e hijos permite aborcentro escolar derivados del sobrepeso de los chavales. "Todos los niños que pasan por consulta debido a este problema han recibido insultos en clase desde bien pequeñitos; por ello, a los padres se les enseña cómo deben reaccionar cuando sus hijos llegan tristes a casa por esta causa".

menores expectativas La sociedad de la abundancia en la que vivimos está haciendo de la obesidad infantil una epidemia emergente. "De continuar así, por primera vez en la sociedad del desarrollo, niños y niñas y adolescentes podrían tener unas expectativas de vida menores que sus progenitores", advierte la Magdalena Aga.

Por eso, el programa que impulsará esta pediatra en el Instituto Burmuin de Bilbao actúa en la etapa de la prepubertad, entre los 7 y los 12 años, cuando todavía se puede actuar no sólo en el estilo de vida, sino también el componente emocional, que tiene una enorme importancia. "Porque la prevención es la respuesta a todos los problemas que acarrea la obesidad, pero hay que empezar a actuar durante los primeros años de la vida", reconoce.

Pero, sobre todo en lo que quiere incidir la especialista es en que "a la persona obesa no hay que acusarle, sino ayudarle a dejar de ser obeso. Y para ello, sobre todo si hablamos de niños y adolescentes, hay que hacerlo combinando una alimentación no restrictiva, pero sí equilibrada que permita un crecimiento adecuado, el incremento de la actividad física, la modificación de actitudes y comportamientos alimentarios, tanto en el niño y la niña, como en su entorno familiar", remacha.

http://www.deia.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario